Así interaccionan los cinco grandes tipos de memoria
Existen cinco grandes tipos de
memoria, repartidos en tres categorías: las de representación a largo plazo
(perceptiva, semántica y episódica). la operativa y la procedimental. En las
memorias de representación a largo plazo se distinguen una vía ascendente y
otra descendente. En la vía ascendente las memorias perceptivas alimentan la
memoria semántica, que a su vez alimenta
la memoria episódica (se memorizan primero las imágenes y los sonidos: a
continuación, el significado de esas impresiones); por último, el sentido de
las diversas partes de un acontecimiento conlleva la memorización del evento en
sí, asociado a un lugar y a una fecha.
En la vía descendente, el hecho
de rememorar un acontecimiento (memoria episódica) cambiará el sentido atribuido
a ese acontecimiento (siendo adulto, uno no atribuye el mismo significado a sus
actos de adolescente, cuando se vuelve a pensar en ellos). Del mismo modo, el
recuerdo de un acaecimiento reactiva los elementos perceptivos (imágenes,
sonidos, olores) que se modifican durante su propia reactivación. En la segunda
categoría (memoria operativa), se distinguen tres facultades: por un lado, la
de conservar presentes en la mente, en todo momento, cierto número de palabras
o cifras, mientras alguien nos habla o nos dicta un número de teléfono, es lo
que se denomina el bucle fonológico. Por
otro, la facultad de representarse una escena visual (el interior de un
automóvil, póngase por caso) y visitarla con la mente; concentrarse visualmente
en la palanca de cambios, la radio...
Por último, el administrador central
ofrece la posibilidad de elegir dónde se va a fijar la memoria operativa, sobre
todo en una tarea compleja. Si se debe preparar una receta de cocina y se piensa
«debo usar la mantequilla: después los huevos» y, al mismo tiempo, se bus-can
los ingredientes en el armario. se pasa del bucle fonológico a la agenda
visouespacial. Además el reté episódico permite conectar esta memoria operativa
con los sistemas de recordación a largo plazo: si se prepara un pastel para el
cumpleaños de un amigo, uno se acuerda de un acontecimiento vivido en el pasado
con esa persona, lo que pone en juego la memoria episódica e influye en la
ejecución de la receta. La última categoría de memoria es la procedimental. La
memoria procedimental cognitiva permite aprender métodos de resolución de
tareas cognitivas (entre otras, resolver ecuaciones matemáticas) y hacerlo de
forma cada vez más rutinaria. La memoria perceptivo-verbal permite aprender un
poema: se memorizan las secuencias de gestos orales que reproducen el poema. La
memoria procedimental perceptivo-motriz permite aprender un sinfín de
actividades físicas complejas: desde montar en bicicleta, pasando por la
costura, hasta esquiar.
La memoria procedimental interactúa
con la operativa (en un primer momento deben mantenerse en la consciencia los
gestos que se van a aprender, antes de poder automatizar la secuencia), Algunos
experimentos han demostrado, asimismo, que la memoria procedimental interactúa con las memorias de representación
a largo plazo. ( Las flechas transversales del dibujo).
Regiones del cerebro que intervienen en las distintos tipos de memoria. |
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